-Muchas gracias -masculló entre dientes mientras se sentaba en un pupitre detrás nuestra.
-¿Por qué? -inquirí, fingiendo inocencia.
-No hay que ser muy listo para saber que habéis sido vosotros -replicó Sherwin. Pero luego esbozó una sonrisa afable-. Pero, si creéis que me voy a chivar, no podríais estar más equivocados.
Al poco rato, llegó Colin, que se sentó junto a Sherwin. También había deducido que fuimos nosotros, aunque también prometió callarse. Alice, desde el pupitre de delante, aún parecía enfadada, pero ya se le había pasado un poco.
Una vez tranquilo, me quedé observando el aula. No tenía ventanas al estar en un subterráneo, por lo cual parecía lúgubre y oscura, y pensé automáticamente que no soportaría ser un Slytherin o un Hufflepuff, ya que ellos tienen sus salas comunes bajo tierra, en lugares donde no llega la luz del sol. En las torres, sin embargo, la luz entra por los enormes ventanales todas las mañanas, bañando la habitación de claridad y alegría. Supuse que tendría que ser hasta deprimente vivir en un sitio cuya luz era únicamente artificial.
No pude seguir reflexionando sobre la incomodidad de las mazmorras, ya que de un portazo se abrió la puerta del aula de Pociones, revelando al profesor Horace Slughorn. Era un hombre viejo, de ya pasados los sesenta años, con media calva blanca y una panza bastante considerable. Tenía un aspecto cansado pero al mismo tiempo jovial. Mi padre me había contado que tenía un selecto club en el que entraban sus alumnos favoritos, véase los empollones, por lo que yo tenía asumido que no iba a entrar en mi vida. Sin embargo, mi padre me había confiado el día antes un libro de lo más extraño, que, según él, haría que sacara "Extraordinarios" en todas las prácticas de Pociones, y lo mismo en los exámenes teóricos si estudiaba concienzudamente de ese libro. No entendía muy bien por qué, pero asumí que debía de echarle cuenta, porque para algo es mi padre y el grandísimo Harry Potter.
-Buenos días, alumnos de primer año -nos saludó el profesor mientras caminaba hacia su mesa.
-Buenos días, Profesor Slughorn -contestamos todos a coro.
-Je, je...veo que este año me ha tocado dar la primera clase a los Gryffindors y Ravenclaws de primero... -observó el profesor-. Bueno, esto no va a ser ninguna clase práctica, ya que muchos de vosotros no tendréis la más remota idea de Pociones. Empezaremos con conocimientos básicos de la materia... ¡Ah, sí! -el hombre me señaló-. Tú eres James Potter, ¿no? He oído hablar mucho de ti. El hijo mayor del famoso Harry Potter, ¡vaya honor!
-Ese soy yo -reí, asintiendo.
-Tu padre fue un buen alumno de Pociones -comentó-. Espero que tú también lo seas, muchacho.
Yo simplemente me encogí de hombros, por no decirle que debería de preocuparse de que la habitación estallase cuando empecemos las prácticas. Fue señalando a muchos otros alumnos de mi curso a los que al parecer conocía, o bien a sus padres o a sus madres. A la mayoría ni los conocía, aunque supe que el padre de Colin, Carter Sealon, había sido su mejor alumno cuando estudiaba en Hogwarts, y que luego estudió para llegar a ser curandero en el hospital de San Mungo, y que ahora es el director del hospital. Había algunos Ravenclaws a los que ni siquiera conocía, pero sí que me quedé con algunos nombres, como Reynie Flynn-Fletcher, Paul Beauregard (el hijo de Cho Chang, cuyo padre era muggle), o Elena Creekwood. También pude reconocer a Simon Nott que, para mi sorpresa, no era un Slytherin, ya que compartía su pupitre con Reynie, charlando amigablemente.
-Me aburro -suspiré, hojeando mi libro de Pociones en un vano intento de distraerme.
-¿Te crees que yo no? -replicó Fred-. Esto es más aburrido que un mitin de tía Hermione sobre la importancia de la cultura muggle.
-Calla, calla -dije, acompañado de un vago movimiento de mano-. No quiero ni recordar el último. ¡Qué pestiño!
Entonces decidí mandarle un mensaje a Alice. Escribí en un trozo de papel y lo encanté con mi varita.
James: ¡Hey, Alice!
Alice: Pff...¿qué quieres?
James: Nada, que me aburro.
Alice: Pues te aguantas. Tengo cosas mejores que hacer. ¡A ver si nos va a pillar Slughorn!
James: Claro, tú siempre tan responsable...
Alice: ¿Quieres dejar de mandarme papelitos, Potter?
James: Es que sino me aburroooooo...
Alice: Pues qué pena. Ya no respondo más.
James: AAAAAALIIIIICEEEEE...
Alice: Pffft...si es que no sé lo que hago contigo, James, no sé lo que hago...
James: ¡Hablemos de algo!
Alice: No me refería precisamente a eso.
James: Oye, me acabo de dar cuenta de que nuestros nombres tienen los dos cinco letras. ¿Guay, eh?
Alice: Súper interesante.
James: ¡A QUE SÍ!
Alice: Se llama sarcasmo, James.
James: Lo mismo digo, Alice.
Alice: ...
James: :-)
Alice: Vale, esto ya no tiene sentido.
James: Pero se pasa el rato...
Alice: Yo quiero atender, James.
James: Toma, y yo, pero es que es demasiado aburrido para mi capacidad cerebral...
Alice: La cual, la verdad, es bastante reducida.
James: ¡Oye!
Alice: Huy, mira, ¡ya ha terminado la clase! ¡Hasta luego!
Di un leve suspiro y guardé el papiro en mi bolsillo, siguiendo a Alice y Fred por los pasillos del colegio. Teníamos ahora Historia de la Magia, y algo me decía que aquella no iba a ser una asignatura interesante...
***
-¡Qué asignatura más interesante! -exclamó Alice mientras salíamos del aula de Historia de la Magia.
Yo me froté los ojos, como si acabase de despertar de un sueño, o más bien una pesadilla, en el que llevaba sumido una hora.
-Asco de clase... -pude oír cómo murmuraba Fred. Yo, al estar aún medio grogui, pues no pude ni abrir la boca.
-Pero, ¡qué dices! -gritó Alice-. Historia de la Magia es fascinante, ¡me encanta! ¡No puedo esperar a la clase de mañana!
-Yuju -dije con monotonía, para dar a entender que era un sarcasmo.
-No entiendo qué os pasa a los chicos -refunfuñó Alice-. Si no os gustan las clases, no haber venido a Hogwarts.
-Nos obligan de todas formas -bufó Fred, aunque, con una de las miradas asesinas de Alice, se calló.
Aquel iba a ser un largo curso...
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
En el próximo capítulo...¡las pruebas de Quidditch!
Ya estoy esperando a leer lo siguiente ^^
ResponderEliminarMe sigue encantado Alice, es tan mona ^^