-¿Te ayudo? -se ofreció Aura dulcemente, agarrando la otra asa de la cesta.
-Eh...gracias -murmuró Ash, sonriendo. Los dos comenzaron la marcha tras sus amigos, que iban charlando de formas muy distintas. Helio y Selena iban hablando, agarrados de la mano, al igual que Maya y Kenny. Ethan, por otra parte, le estaba contando algún chiste a Lyra, que no hacía más que reír, mientras que Mario y Sandra hablaban, algo tímidamente, aunque esto no impedía que la chica esbozase alguna sonrisa con los comentarios del muchacho pelirrojo.
Tras un breve paseo, llegaron al litoral de la isla. Era una playa de arena blanca y fina, de grandes aguas cristalinas, más resplandecientes que las de cualquier otra costa que los chicos hubiesen visto. Claro, como en aquella isla había un número muy reducido de habitantes y a penas existía la contaminación, el agua era perfecta y natural.
Los más impacientes, como Maya, Kenny, Ethan y Lyra, se fueron directamente a bañarse, mientras que los otros se quedaron en la arena, instalando las toallas y sentándose.
Maya metió los pies en el agua, observando el océano ante ella. Estaba tan ensimismada en el paisaje que no notó cómo dos brazos la agarraban de la cintura y la impulsaban hacia el agua, de cabeza.
-¡KENNY! -gritó-. ¡NI SE TE...!
Pero ya era demasiado tarde. Los dos aterrizaron en el agua, salpicando todo a su alrededor, y tras unos instantes, los dos emergieron a la superficie, riendo.
-¡Idiota! -exclamó Maya, sin poder parar de reír, y le echó un chorro de agua encima.
-Ya lo sé -bufó Kenny, salpicándole.
Lyra empezó a nadar lentamente, haciendo círculos en el agua, hasta que Ethan se tiró en bomba junto a ella.
-¡Hola! -exclamó el amistoso joven.
La chica rió suavemente ante la actitud siempre tan positiva y alegre de Ethan, que sonreía como un idiota a su lado.
-¡Carrera hasta las rocas! -propuso ella entonces, empezando a nadar.
-¡Eh, no vale! ¡No has avisado! -protestó el chico, lanzándose tras ella.
Desde la arena, los otros seis también se divertían. Helio y Selena estaban construyendo un castillo de arena, Mario y Sandra jugaban al volley-playa, y Ash y Aura simplemente estaban sentados en la arena.
-Bueno, creo que me voy a dar un baño -anunció Ash, levantándose de golpe.
Oh, no, se va a quitar la camiseta...pensó Aura. En pocos instantes, sus pensamientos se hicieron realidad, cuando Ash se retiró la camiseta blanca y se dirigió al agua. Si hubiera tenido un espejo en aquel momento, Aura podía apostar que estaba toda roja, pero en seguida siguió a los demás al agua, donde los bañistas organizaron un juego. Mientras tanto, Mario y Sandra seguían con su juego.
-Eres muy buena -apuntó Mario.
-Gracias -dijo Sandra, recogiéndose el pelo en una coleta.
-¡Eh, chicos! -llamó Helio a los demás-. Ya es hora de almorzar.
Los diez se arremolinaron alrededor de la cesta, de la cual sacaron los almuerzos: filetes empanados, ensalada, y helados de chocolate.
-¡Hummm! ¡Qué rico! -exclamó Ash.
-Glotón -le acusó Ash, riendo.
-Sí, lo admito. ¡Soy todo un glotón!
-Eso ya lo sabemos, Ash -terció Ethan-. ¡Pero venga, vamos a comer!
Todos se sentaron en la arena, empezando a engullir los almuerzos. Al estar tan exquisitos, se los comieron en poquísimo tiempo, y luego siguieron con los juegos hasta el atardecer, cuando volvieron del agua para secarse con las toallas y marcharse de vuelta al colegio. Mientras volvían, Ethan comentó a Lyra:
-Buff, el lunes tenemos un examen de Mates.
-Es verdad -convino Lyra-. No me preocupa demasiado, voy bien en Mates.
-¿Podrías...ayudarme? -preguntó, ojeando a la chica. Era una ocasión perfecta-. Podemos ir mañana a la biblioteca.
-Me parece bien -dijo Lyra, sonriendo-. Nos vemos mañana a las diez en la biblioteca, ¿vale?
El chico asintió, y miró a Lyra con expresión agradecida, pero, al oír las llamadas de sus amigos, se despidió con un ademán y corrió hacia ellos.
-Ahora sólo tengo que pensar cómo se lo voy a decir con el libro en las manos... -suspiró el muchacho, con preocupación en el rostro por primera vez en mucho tiempo.
¡Pensé que te había dejado un comentario!
ResponderEliminarMadre mia, lo leí ayer o antes de ayer... no me acuerdo muy bien.
No se que decirte que no te haya dicho antes... me encanta que Maya y Kenny estén juntos, ¡son tan dulces!
Jejejejejejejeje, y Aura ¡qué linda cuando se sonroja por que Ash se quitaba la camiseta!
Continua pronto, ¿ok?