sábado, 2 de abril de 2011

Pokémon Internado - Capítulo 2

Los diez jóvenes siguieron al director hasta el edificio de las aulas, que pudieron explorar a fondo. Había luminosas aulas de estudio, grandes comedores, novedosos laboratorios y bien equipadas salas informáticas.

-No llego a entender cómo tienen todo esto sólo para diez alumnos -comentó Helio.

-Somos muy selectos con nuestros alumnos -explicó el director Tanaka-. ¿Por qué creéis que estáis aquí? -al ver que ninguno de ellos respondía, dijo:-. Ash Ketchum, eres ganador de la Liga Naranja y altos puestos en todas las ligas en las que has participado -el muchacho se caló la gorra en orgullo-. Aura Abedul, tú eres la vencedora del Gran Festival de Johto, segunda en el de Kanto y cuarta en el de Hoenn. Y lo mismo ocurre con Maya Berlitz y Kenny Taylor. Ethan Hollow, tú eres campeón de la Liga Johto, y Lyra Bates, tú eres la ganadora del Gran Festival de Teselia. Selena Helmet y Helio Jacobs, sois los mejores rangers de Floresta. Mario Clarkes, tú eres campeón de la Liga Teselia, y Sandra Encina, tú eres considerada la mejor Investigadora Pokémon del mundo, ¡y todos con tan sólo catorce años! Es increíble.

-Supongo que tiene razón... -suspiró Selena-. Así que pasaremos los próximos cuatro cursos aquí, ¿no?

-Sentíos libres de hacer lo que os plazca -dijo el director mientras abría la puerta-. Este es el laboratorio Pokémon. Aquí recibiréis vuestro primer y único Pokémon, el que os acompañará durante vuestra estancia en el internado. Tenéis a elegir Pokémon de todas las regiones, pero solo con una condición: ya que tiene que ser un reto criarlo y entablar amistad con ellos, no podéis escoger un Pokémon que hayáis tenido antes. Ah, y tiene que ser una primera evolución. Dicho esto...te toca elegir, Ash.

El muchacho dio un paso hacia delante, al ordenador donde los Pokémon estaban almacenados. Tras pasear la mirada por unos cuantos Pokémon, hizo clic en uno, y en seguida un pequeño Growlithe apareció en la sala. Era un Pokémon naranja con pelos suaves y sedosos, algunos blancos. Ash lo acarició amistosamente.

-Lo he escogido porque es un Pokémon valiente y fuerte, como yo -explicó Ash. Levantó la cabeza hacia el director Tanaka e inquirió:- ¿No tiene Pokéball?

-En la escuela los Pokémon son libres, no hacemos uso de ellas -dijo el director-. Aura, es tu turno para escoger a tu Pokémon.

Aura dio un paso al frente y, con rapidez, eligió a Teddiursa, al cual acarició y abrazó con alegría, exclamando:

-¡Es tan lindo! ¡Y tan adorable! ¡Qué monada!

Tras Aura, fue Ethan, que escogió a Snivy, ya que era similar a el en su implacable determinación y algo orgulloso. Lyra, por otra parte, eligió a Azurril, porque, según ella, era una cucada que luego dentro era muy potente, como ella. Tras ésta, fue Helio, que decidió llevarse a Starly, ya que es un Pokémon ágil y veloz, y uno de sus favoritos. Selena cogió a Cleffa, porque creía que era adorable y además podía encantar a los otros Pokémon con su dulzura y luego machacarlos en combate (esta explicación dejó descolocados a sus compañeros, ya que pensaban que Selena era dulce y algo nerviosa, pero no tan volcada en las batallas).

Mario se acercó al ordenador, y empezó a mirar en la pantalla los Pokémon restantes, hasta que dio con uno que le gustó, y, con una gran sonrisa, hizo clic en uno, y, segundos más tarde, saltó a sus pelos pelirrojos un jovial Eevee.

-Es mi Pokémon favorito desde niño -explicó con alegría, acariciándole la cabeza-. Siempre quise tener uno.

Cuando Mario volvió a su lugar, Sandra apuntó que los dos parecían muy monos jugando juntos, aunque no pudo ver cómo Mario se sonrojaba, ya que corrió hacia el ordenador y buscó al Pokémon que quería elegir, que resultó ser un pequeño y sonriente Squirtle. Parecía algo tímido, ya que al principio se escondió en su caparazón, pero luego salió y se encaramó amistosamente a la pierna de Sandra.

-¡Qué cosa más linda! -exclamó la muchacha, sonriendo y cogiendo a su Pokémon en brazos.

La siguiente en escoger fue Maya, que no lo dudó ni un solo instante: rápidamente hizo clic en un pequeño Pichu, que en seguida trepó por su cuerpo hasta sentarse en el hombro de la joven.

-Tú y yo vamos a ser grandes amigos -aseguró Maya, rascándole la cabecita a Pichu. Éste asintió felizmente, profiriendo su leve grito, "¡Pii, pii!"

Finalmente, llegó el turno de Kenny. El muchacho de pelo caoba avanzó lentamente, como si meditase qué Pokémon elegir. Finalmente, hizo su aparición en la sala un cariñoso Aipom, que chocó esos cinco con su cola con Kenny.

-¡Eh, yo también tenía un Aipom! -exclamó Maya-. ¡Copión!

-Igual que tú con Piplup -replicó Kenny, sacando la lengua.

-¡Pero si yo ni siquiera sabía que tú tenías un Piplup! -refunfuñó Maya.

Kenny rió para sí. Cómo le gustaba enfadarla. Cómo le gustaba Maya en general.

-Bueno, basta ya de niñerías -sentenció el director Tanaka-. Ahora que tenéis vuestros primeros Pokémon, podéis ir a vuestras residencias. Y mañana...¡empezaréis vuestra vida en el colegio!

1 comentario:

  1. ¡¡Ah!! ¡¡Kenny ha cogido a Aipom!!
    Ja, ja, ja, ja!!
    ¡Me ha matado el capitulo!
    Genial.
    Sin palabras que me has dejado ^^

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