-Bien sûr, madam -contesté yo con un pulcro francés. Caramba, lo dije tan bien que me sorprendí hasta a mí mismo.
La azafata asintió amablemente y se fue. Yo estaba tan chulo, sentado en mi asiento. Acababa de apagar el iPhone, tras poner en mi estado de Tuenti: "volandooo!", y lo tenía metido en el bolsillo del vaquero. Aquel día llevaba una camiseta de Hollister, vaqueros y DCs negras y rojas. Iba sentado entre Benjamín, que leía tranquilamente uno de sus libros de Gerónimo Stilton, y Luisa, que enviaba mensajes con su BlackBerry como si le fuese la vida en ello.
-Tierra llamando a Luisa Castro Vidal, tierra llamando a Luisa Castro Vidal... -repetí con voz monótona, solo por fastidiar.
-Cállate -replicó mi hermana, molesta, sacándome la lengua. Yo solamente puse los ojos en blanco y me reí.
-Tienes que apagarlo -apunté-. O ponerlo en modo avión.
Mi hermana dio un bufido, pero lo puso en modo avión y se recostó en su asiento, suspirando. Cuando ya surcábamos el cielo, entre las esponjosas nubes, Benjamín empezó a darle la lata a Luisa para que le dejase la BlackBerry para jugar, a lo que mi hermana finalmente aceptó, con un gesto aburrido.
-¡Bieen! -exclamó mi hermano.
Entonces se me ocurrió ver a quién estaba enviando mensajes frenéticamente mi hermana. No había que ser un gran genio para saberlo, pero quería estar seguro, así que, fingiendo que me iba al baño, le di el cambiazo a Benjamín del iPhone por la BlackBerry y empecé a cotillear los mensajes de mi hermana. Uno de Estrella, que la invitaba al cine, otro de Margarita, que le decía si se iba a la discoteca...hasta que encontré uno de "Rober", el novio de Luisa. Era el más reciente, mira tú qué casualidad. Empecé a leer con ávida curiosidad, intentando descifrar el enigma que me planteaba el idioma Messenger de mi hermana.
R: ola :)
L: cmo pds poner una cara contenta aora
R: keria dart animos wapa
L: no kiero pensar k no t vere en 3 años...
R: lo pasaremos rapido tranki sabes k t kiero
L: si lo se desde acen 3 años :D
R: bno k nos veremos pronto ya veras en navidades t vas a cagar cuando vengas
L: ya ni puedo sperar a vert y akbo d irm t voi a llamar todos los dias :)
R: ya ves k tu tmbn pones caritas contentas ;)
L: tk un montooon tengo k apagar el movil t llamo cuando llegue a paris tk tk tk
Me quedé de piedra. De repente, me dio un montón de lástima mi hermana, y empecé a entender cómo se sentía. A ver, yo siempre había sabido que lo estaba pasando mal desde que nos dijeron lo de que nos mudábamos, pero vamos, que no me lo esperaba tan fuerte. Ni siquiera sabía que llevaban saliendo ya tres años...pobrecita. Y pobre la factura de teléfono como le llame todos los días...je, je.
En cualquier caso, en seguida volví a mi asiento, y le volví a dar el cambiazo a Benjamín. Lo peor (sí, sí, lo peor) era que Luisa estaba tan absorta que no se dio ni cuenta. Aquello era extrañísimo, ya que ella siempre estaba al acecho por si Benjamín o yo hacíamos una de las nuestras. Sin embargo, estaba contemplando el asiento de delante, tan concentrada en sus propios pensamientos que no podía ni parpadear. Di un suspiro y me recosté en mi asiento, hundiendo la cabeza en el mullido reposa-cabezas del asiento...aquello de ir en primera clase tenía sus ventajas. Empecé a entrecerrar los ojos, sonriéndole al destino en toda la cara y esperando a lo que quisiera que sucediese.
...
...
...
En el próximo capítulo...¡visita a la nueva casa y un paseo por el barrio en el que Alejandro conocerá a algunos de sus vecinos!
Ah, y hago nota ahora para que no se me olvide: voy a estar constantemente usando expresiones en francés.
Bueno, ¡hasta pronto!
Nicky~!
¡Genial! Estoy deseando que lleguen ya a París.
ResponderEliminarPobre Luisa... lo tiene que estar pasando fatal y mucho más si tiene que estar lejos de su novio...
Me gusta el nombre de Roberto ^^